•SUCAMEC
y la MPT.
•Este año se ha incautado más de 3
toneladas de dispositivos pirotécnicos.
La Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de uso Civil (SUCAMEC) y la Subgerencia de Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo están promoviendo la Campaña de Prevención en Manipulación y Almacenamiento de Pirotécnico a vísperas de iniciarse las festividades por fin de año.
En
conferencia de prensa dieron a conocer, igualmente, el lanzamiento del V Curso
de Capacitación en Medidas de Seguridad para la Actividad Pirotécnica
2013-2014.
En
lo que va del año se han incautado más de 3 toneladas de dispositivos
pirotécnicos, durante las fiscalizaciones y operativos que se han hecho en
lugares como Guadalupe, Otuzco, Moche, Laredo y Huamachuco.
“Muchos
prefieren seguir siendo informales y no pagar para recibir su debida acreditación,
pero en realidad ellos son los que pierden su dinero al manufacturar y
almacenar estos productos en sus propios hogares, los que luego serán
decomisados por nosotros” refirió el coronel EP José Arauzo Chávez, jefe zonal
de la SUCAMEC.
En
esta campaña también participarán la Policía Nacional, Defensa Civil, Seguridad
Ciudadana y Fiscalía, formando un equipo de aproximadamente 100 personas,
quienes tendrán como objetivo el prevenir los posibles daños ocasionados por el
uso, transporte, manipulación y comercialización de aparatos pirotécnicos que
no tienen la debida especificación técnica.
Ante
esto, el subgerente de Defensa Civil, César Flores dijo “las personas piensan
que nosotros estamos en contra de las celebraciones de fin de año como la
Navidad, Año Nuevo o la visita a la Mamita de Otuzco, pero no es así”.
Según
explicó, lo que se busca es todo lo contrario, que las festividades no se
empañen con pérdidas materiales o accidentes que puedan herir a niños o adultos
que manipulen aparatos pirotécnicos sin la debida orientación técnica.
ORDENANZA
MUNICIPAL
Es
importante recordar que existe una Ordenanza Municipal, la Nº 083, que prohíbe
el uso de aparatos detonantes o deflagrantes dentro del centro histórico, ya
que los techos de la mayoría de las casas son de quincha o madera, materiales que
son altamente inflamables.