•Ex alcalde colombiano agradeció gesto
•Hizo que Bogotá sea la ciudad más segura de América Latina
•Hizo que Bogotá sea la ciudad más segura de América Latina
Paul Bromberg Zilberstein, el alcalde que transformó Bogotá (Colombia) en la ciudad más segura de América Latina, recibió la Medalla de la Ciudad y fue declarado Visitante Distinguido por la Municipalidad Provincial de Trujillo.
La distinción la entregó el alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, en mérito a sus conocimientos como experto en temas de ciudad, cuya gestión se identificó con la formación de una nueva cultura ciudadana, la reconversión de la capital colombiana en una ciudad habitable, buscando un mejor hábitat para los ciudadanos.
Todos estos hechos han contribuido significativamente a la transformación integral de Bogotá en los últimos 15 años, dijo Acuña Peralta, tras señalar que el mejor espacio para servir es el alcalde, que es además la autoridad que más cerca está de la gente.
Bromberg llegó el sábado en la mañana a Trujillo y de inmediato se trasladó a la Feria del Libro, en donde dictó una interesante conferencia ofrecida a funcionarios y ejecutivos municipales y al público en general, en la que abordó los temas de ciudadanía y democracia, los formadores de opinión pública, etc.
Ser político es ser solidario con los demás, de ahí quien mejor que un alcalde para ayudar a los demás a desarrollarse y a lograr una mejor calidad de vida de los ciudadanos, y a construir una nueva sociedad con bienestar para las nuevas generaciones.
El alcalde moderno tiene que pensar en dar mejores servicios a la comunidad, como más y mejor educación, más y mejor salud, más y mejor seguridad ciudadana, todo esto para dar más calidad de vida a la población.
El objetivo de un alcalde es devolver la confianza de los electores haciendo obras, es decir, trabajando para lograr el anhelado bienestar de la población.
Bromberg, quien actualmente se desempeña como profesor del Departamento de Física de la Universidad Nacional de Colombia y director del Instituto de Estudios Urbanos, declaró que estaba muy agradecido por el gesto del alcalde de Trujillo. “No esperaba, ni estaba programado”, dijo.
El hecho de haber sido alcalde de Bogotá sé lo difícil que es desempeñar el cargo, sin embargo, yo lo entiendo: “para cambiar una ciudad se requiere muchos factores, como la predisposición de la ciudadanía al cambio”.
Paul Bromberg dictó la conferencia: “Reinventar la ciudad, cultura y liderazgo”, que despertó mucho interés en el auditorio. El domingo, a las 8 de la noche, en el mismo escenario, ofreció la interesante conferencia “Bogotá: una ciudad transformada”, a la cual concurrió numeroso público.
La distinción la entregó el alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, en mérito a sus conocimientos como experto en temas de ciudad, cuya gestión se identificó con la formación de una nueva cultura ciudadana, la reconversión de la capital colombiana en una ciudad habitable, buscando un mejor hábitat para los ciudadanos.
Todos estos hechos han contribuido significativamente a la transformación integral de Bogotá en los últimos 15 años, dijo Acuña Peralta, tras señalar que el mejor espacio para servir es el alcalde, que es además la autoridad que más cerca está de la gente.
Bromberg llegó el sábado en la mañana a Trujillo y de inmediato se trasladó a la Feria del Libro, en donde dictó una interesante conferencia ofrecida a funcionarios y ejecutivos municipales y al público en general, en la que abordó los temas de ciudadanía y democracia, los formadores de opinión pública, etc.
Ser político es ser solidario con los demás, de ahí quien mejor que un alcalde para ayudar a los demás a desarrollarse y a lograr una mejor calidad de vida de los ciudadanos, y a construir una nueva sociedad con bienestar para las nuevas generaciones.
El alcalde moderno tiene que pensar en dar mejores servicios a la comunidad, como más y mejor educación, más y mejor salud, más y mejor seguridad ciudadana, todo esto para dar más calidad de vida a la población.
El objetivo de un alcalde es devolver la confianza de los electores haciendo obras, es decir, trabajando para lograr el anhelado bienestar de la población.
Bromberg, quien actualmente se desempeña como profesor del Departamento de Física de la Universidad Nacional de Colombia y director del Instituto de Estudios Urbanos, declaró que estaba muy agradecido por el gesto del alcalde de Trujillo. “No esperaba, ni estaba programado”, dijo.
El hecho de haber sido alcalde de Bogotá sé lo difícil que es desempeñar el cargo, sin embargo, yo lo entiendo: “para cambiar una ciudad se requiere muchos factores, como la predisposición de la ciudadanía al cambio”.
Paul Bromberg dictó la conferencia: “Reinventar la ciudad, cultura y liderazgo”, que despertó mucho interés en el auditorio. El domingo, a las 8 de la noche, en el mismo escenario, ofreció la interesante conferencia “Bogotá: una ciudad transformada”, a la cual concurrió numeroso público.