Durante sesión solemne por 190 aniversario de independencia de Trujillo
Dijo que los gobernantes debieran tener muy en cuenta que la obra más importante que hagan en su gestión es aplicar la ética para lograr el desarrollo. “No se puede desarrollar el país si hay exclusión o marginación, señaló.
Montenegro Figueroa, al hablar durante la ceremonia por el 190 aniversario de la independencia, indicó que “Trujillo está cerca del bicentenario de su independencia y por lo tanto tenemos que estar preparados para que este acontecimiento nos encuentre con mejores niveles de vida”.
No se puede desarrollar un país y no se puede hablar de independencia si hay exclusión. Por ejemplo, una población con analfabetos, que no tiene trabajo, que no es atendida en salud, que no tiene educación de calidad, no podrá hablar de independencia o libertad, refirió.
Por eso, invocó a quienes ostentan cargos públicos, que impulsen el desarrollo nacional, pero para eso se necesitan ética y fortalecer el capital humano mediante la capacitación, que significa darles las herramientas para que intervengan en el desarrollo.
Señaló, además, que el tema de educación, que es primordial para el desarrollo, debe ser tratado integralmente, no solo con educación, sino orientando la educación hacia la producción. Para eso, debemos sumar el capital humano con el capital social, acotó.
Finalmente, planteó que la sociedad debe transformarse en agente comprometido con el desarrollo, cuyo resultado debe estar reflejado cuando celebremos el bicentenario de la independencia. Será entonces que nos los peruanos nos sintamos más libres que antes, manifestó.
En la ceremonia, pronunció el discurso alusivo el docente universitario Edilberto Castro, quien refirió detalles de la gesta emancipadora en Trujillo, que marcó el camino para lograr, después, la independencia nacional, proclamada por José de San Martín al año siguiente.
MISA TE DEUM
La Misa Te Deum fue oficiada por el arzobispo de Trujillo, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, en la antigua y virreinal iglesia San Francisco, ubicada en la esquina de los jirones Independencia y Gamarra. Durante la homilía, monseñor Cabrejos invocó a los presentes a una seria reflexión para luchar contra la pobreza y la desigualdad.
Antes de la sesión solemne, en la plaza de Armas se izaron los emblemas nacional, regional y local, tras lo cual se entonaron los himnos nacional y de Trujillo; después, hubo un vistoso desfile cívico militar.