Emanan de empresa procesadora de harina de pescado instalada en Salaverry
Funcionarios de la empresa Pescatún, instalada en la autopista a Salaverry, ofrecieron solucionar en un mes el pestilente olor que emana de sus pozas de tratamiento residual de la fabricación de harina de pescado, que se presume es causante de la fetidez que contamina a la ciudad de Trujillo durante las noches.
La fábrica fue visitada por una comitiva integrada por el gerente de Servicios de Salud y Gestión del Medio Ambiente de la Municipalidad Provincial de Trujillo, médico Henry Rebaza Iparraguirre; la fiscal de Prevención del Delito del Ministerio Público, Dora Alza; y representantes de la Dirección Regional de Salud de La Libertad, Policía Nacional y Municipalidad Distrital de Salaverry.
Durante la diligencia, se verificó que dos de las tres pozas de decantación que utilizan para tratar la sanguaza, que tienen un aproximado de 700 m³ de capacidad, emanan olores nauseabundos, similares a los que se respira en la ciudad, por las noches, cuando cambia la dirección del viento.
Igualmente, comprobaron que en áreas cercanas a las pozas hay efluentes (aguas residuales) que podrían estar aflorando o siendo arrojadas irresponsablemente por Pescatún, fábrica que utiliza los ambientes de lo que antes fue Italmar, empresa en proceso de liquidación.
En las referidas pozas se almacenan los residuos de la fábrica. Tras un proceso, la parte que flota en la superficie, a manera de nata o torta, es utilizada luego como fertilizante inorgánico, pero cabe la pregunta ¿dónde se arroja el líquido sobrante?
Juan Otero, supervisor de Pescatún, refirió que trabajan en un nuevo proceso de decantación que estará operativo a fines de octubre, adelantando que a partir de la fecha, y en el plazo máximo de 30 días, adoptarán medidas necesarias que eviten siga emanando la fetidez. Actualmente, la fábrica no procesa harina pues hay veda y esta se levantará a fines de octubre, agregó.