Limpieza tras el corso de primavera
El público asistente al corso de primavera generó un total de 32 toneladas de residuos sólidos, que fueron recogidos por los trabajadores del Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (SEGAT) en una hora y media, recuperando el ornato y la limpieza de la ciudad.
La sexagésima versión del corso de primavera culminó al promediar las 5 y media de la tarde del domingo. Desde ese momento se iniciaron los trabajos de limpieza, desde la avenida Vera Enríquez (inmediaciones del coliseo cerrado Gran Chimú).
En total, fueron 160 personas del equipo de Limpieza Pública del SEGAT que se desplazaron por todo el recorrido del desfile, que se prolongó hasta el cruce de las avenidas América Sur y Costa Rica.
Cada uno de los trabajadores, con sus respectivos implementos de limpieza, apoyados por 3 camiones compactadores, culminaron los trabajos en un tiempo record de hora y media, aun cuando las circunstancias les fueron adversas, tales como el retraso del recojo de sillas, desarmado de estrados, fuertes vientos que dispersaban el abundante papel picado, la invasión de ambulantes, entre otros inconvenientes.
Los residuos en su mayoría estuvieron compuestos por papel simple, volantes, publicidad política, de la ONPE y de instituciones pre universitarias, además de botellas plásticas, cáscaras de frutas y otros alimentos preparados, envases descartables, etc.
El comercio ambulatorio generó aguas servidas, las cuales fueron regadas en las áreas verdes de los tramos comprendidos en el recorrido del corso, ya casi al final de la jornada.
Muchos asistentes cuestionaron la conducta de gente carente de toda sensibilidad y respeto, que arrojó residuos sin el menor reparo, así como a ciertas turbas que luego del desfile saquearon algunos carros alegóricos para llevarse flores y ornamentos.