Inundaciones
y erosión costera son el principal problema local
Trujillo forma parte del proyecto piloto “Ciudades Emergentes”, que promueve el Banco Interamericano de Desarrollo y está en constantes evaluaciones con respecto a la problemática de la ciudad. La principal evaluación actualmente en proceso es la de factores de vulnerabilidad que afectan la capacidad de respuesta ante una situación de desastre natural.
El
objetivo del estudio es proveer a la Municipalidad Provincial de Trujillo con
un informe de evaluación probabilística de la peligrosidad y vulnerabilidad
frente a fenómenos de inundación, erosión costera y tsunamis basados en
proyecciones de cambio climático.
Mario
Reyna, coordinador del proyecto, dijo que “los problemas ambientales derivados
del crecimiento exponencial y la transformación territorial sufrida por la
ciudad son evidentes y la necesidad de diagnosticarlos y tomar decisiones
avaladas técnicamente es absolutamente necesaria”.
Del
análisis de la información recabada del estudio de la vulnerabilidad percibida
y recogida se concluye que las amenazas priorizadas por las diferentes
instituciones consultadas son: las inundaciones por riesgos hidrológicos y
costeros, la erosión costera y los tsunamis.
En
las dos primeras tiene una incidencia relevante la variabilidad climática y el
cambio climático, pero no en el tercero. Los episodios de inundación han dado
lugar a severos problemas y son frecuentes dado que se producen con cantidades
ínfimas de precipitación.
La
erosión costera, producida por el funcionamiento del Puerto de Salaverry es uno
de las principales preocupaciones, debido a que está afectando de forma severa
a la costa en una zona muy extensa. Ha producido la pérdida de playas, paseos
marítimos, viviendas y no solo ocasionando daños sobre la población e
infraestructuras, sino que ha dado lugar a una pérdida de resiliencia de la
zona costera frente a daños directos por temporales y tsunamis.
Esto
afectaría principalmente a niños y ancianos, carreteras y viviendas, hospitales
y zonas arqueológicas, la agricultura, turismo e industria.
Ante
esto el BID recomienda: Medidas locales de planificación y protección, creación
y cumplimiento de normas de ingeniería, sistemas de alerta, divulgación publica
de conocimientos y plan de evacuación.
“Esta
evaluación ha sido enviada a las áreas correspondientes de la MPT, para que
sepan sus funciones en las acciones preventivas que se deben desarrollar”,
acotó Reyna Rodríguez.