Tránsito fue cerrado temporalmente, pero
fue reabierto ayer mismo
Personal de la Municipalidad Provincial de Trujillo instaló sobre el pavimento del baipás de Mansiche tachas y tachones, que son dispositivos de señalización vial a los que se conoce popularmente como “ojos de gato”, por su luminiscencia reflexiva en las noches.
Esta es una labor que la Gerencia de
Transportes, Tránsito y Seguridad Vial de la MPT inició este mes en otros
sectores de la ciudad, para dotar con señales de tránsito a las vías y mejorar
la seguridad de los conductores, especialmente donde hay instalados reductores
de velocidad, conocidos también como como gibas o rompemuelles.
El gerente de Transportes de la MPT,
Víctor Hugo del Carpio, indicó que el tránsito sobre el baipás estuvo
restringiendo, por momentos, para facilitar la labor de los trabajadores y que
pasado el mediodía de ayer miércoles fue nuevamente reabierto.
Para el desvío de los vehículos que
suelen utilizar el baipás se estuvo utilizando la vía bajo el puente, dando una
vuelta al óvalo para salir al centro histórico por la calle Jorge Chávez,
contando para ello con el apoyo de fiscalizadores de Transportes de la
MPT.
En total se han instado 130 tachones,
que son de color rojo y sirven como separadores de carril para evitar que los
vehículos crucen o se pasen desde Nicolás de Piérola a Mansiche o viceversa, en
la parte de bajada del paso a desnivel.
Las tachas son de color amarillo y se
colocaron un total de 600 en ambas márgenes de la superficie vial del baipás,
en ambos puentes, delimitando el borde y zona rígida. Además, se está evaluando
si se colocarán tachas blancas a lo largo del tramo anterior del paso a
desnivel, en la subida, ya que son líneas que los vehículos si pueden cruzar.
“Estos dispositivos de señalización,
instalados también cerca de los reductores de velocidad, ayudarán a evitar
accidentes y el deterioro de las unidades vehiculares”, precisó Del Carpio
Sedano.
Agregó que la Municipalidad Provincial
de Trujillo ha dispuesto la colocación de tachas en los 42 puntos de
reductores de velocidad o gibas que hay en los diferentes territorios
vecinales de la ciudad.
Los tachones y tachas están fijados al
pavimento, son reflectantes, luminiscentes y fosforescentes a las luces de los
faros de los vehículos, sin necesidad de energía eléctrica, por lo que son de
mucha utilidad en las noches para mantener el carril y como demarcadores o
alertas de peligro ante la presencia de un rompemuelles.
“Las van delante de las gibas en pistas
de una sola vía y en ambos lados cuando son de doble vía, para que los
conductores puedan verlas adecuada y oportunamente, y reduzcan la velocidad,
sobre todo en el horario nocturno”, añadió.
Las tachas u “ojos de gato” se
instalaron en un principio junto a los 3 reductores de velocidad (gibas) que
hay en el territorio vecinal de Villa El Contador y fueron ubicadas cerca a la
Carretera Industrial, para que los conductores reduzcan la velocidad al llegar
a esta vía de alta circulación de tránsito interurbano y de carga pesada.